Acabados

Se me acabaron todas las páginas del calendario y todos los segunderos de los relojes digitales.
Se me acabaron las ganas de una lucha sin cuartel contra otros labios y otros nombres.
Supongo que se me acabó todo lo malo de repente y sin tener que meditarlo mucho.
Y es que quizás haya mil mejores, pero se me han acabado las ganas de búscalos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Perder lo imperdible

Poema VII. Sobre la momentaneidad de los tiempos

Al silencio