Besos enteros

Nos encontramos en los puntos medios,
y en cada uno de los extremos,
en las lluvias y tempestades,
en los colores de las mañanas.
Nos encontábamos porque nos buscamos,
a fuego lento en las conversaciones,
con la pasión ardiendo en las ventanas,
en cada uno de los rincones de la cama.
Nos buscamos con las manos frías
pero con el corazón irradiando ganas,
con la pausa de la paciencia aprendida
y la prisa del conocimiento sin medida.
Nos buscamos porque nos amamos,
en los momentos amargos de jengibre,
lo salado del mar llamando
y todo lo dulce si nos acurrucamos.
Nos amamos,
en las miradas sostenidas,
y en las fugaces, de pasada en la orilla,
en las sonrisas de frente
y en los guiños al soslayo del abrazo.
Nos amamos,
nos entendemos en las sobras,
nos perdemos en las luces de besos enteros;
y es eso, que nos amamos,
aunque sea aún pronto, nos callamos.

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