Escúchame despacio, escúchame sin prisa, escucha en el silencio cada gesto y cada mirada, cada cual guarda una sonrisa. Escúchame sosegado, escúchate mientras me escuchas, que no te engañen las palabras que dicen, permanecen y luego se pierden sin más. Escúchame en tu tristeza, escúchame no decir nada, el amor hablará por sí mismo, develando sentimientos y el tacto de la piel enamorada. Escúchame cuando no quede nada, ni siquiera el aire, solo el silencio y nada más. Llévame, cariño, donde quieras que te mire. Escúchame mientras me miras, y ahora en el espejo te ves, porque no eras más que tú mismo perdido en el silencio yendo con tus pensamientos a través.
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