Entradas

Mostrando entradas de julio, 2016

Sueños

Respiras entre sueños ante mis ojos cautivados. Sueñas con la idea del amor entre los dientes sin tapujos. Y te observo en esta noche de verano, del calor sin ti, del malo, del que no quiero. Te buscaré en sueños que compartamos, para darte un beso, una caricia directa al firmamento. Inhalas una vez más sosegado, dulce. Recorro cada centímetro de tus labios tentadores, paraíso. Y te siento aquí conmigo a cada instante, contra mi espalda, un susurro directo a mi nuca. Te encontraré en mi corazón que es tuyo, para quererte, un amor hecho de titanio.

Escribirte

Quise escribirte todos los versos desde todas las persectivas que me ofrecían tus ojos. Me llamaba la idea de tus labios recitando palabras que poco a poco pensaba para ti. Lancé todas las palabras al aire sin necesidad de recogerlas, con la completa intención de que formaran para ti cuadros coloridos, de mil estilos diferentes, que te recordaran a mi y te arrancaran una sonrisa. Quise escribirte todos los versos desde la lejanía que me hacía completmente subjetiva. Me cautivaba la luz de tus historias que siempre acaban con un ojalá estuvieras aquí. Dejé la tinta correr por el níveo papel sin miedo a tu reacción, a sabiendas de que nunca estarían de más en este nosotros, que se completa con llamadas, con deseos de abrazarnos y de reencontrarnos cada noche. Quise escribirte todos los versos desde esta postura cómoda de la desvergüenza del papel. Me enamoró cada una de tus peculiaridades y entendí que sólo con un beso, con un te quiero, podía decírtelo tod

Y mientras, nosotros

Es mientras hablamos, mientras buceo en tu sonrisa, en tus ojos aniñados de recuerdos dulces, de pasiones desenfrenadas, de las ganas que te consumen; que me atrapas un poco más. Es mientras despiertas, mientras te canto al oído canciones sobre nosotros, del amor sin disciplinas, de sonrisas tímidas, de confidencias compartidas; que deseo estar allí. Y es mientras duermes, mientras te pierdes en sueños infinitos de abrazos elocuentes, de miradas que se buscan, de los labios que se encuentran; que te vengo a escribir. Te vengo a escribir en esta noche de insomnio incorregible, de tus respiraciones al soñar, que soy culpable, que me dejé llevar, que eras todo lo que deseaba y más; mi dulce estrella sobre el mar.

Intrépidos

Como Colón con sus navieros, has venido a atracar al puerto de mis ojos, con semblante sorprendido y las bodegas llenas de ganas. Has hecho todo este viaje, como Darwin en busca de las especies, para acabar encontrándome a mi, que en realidad eres tú. Quizás fue cuando desembarcaste que Tesla acudió en tu ayuda, te contó qué era eso que habías sentido, te dio el poder de poner nombre a esto entre nosotros. No fue hasta bien entrada la noche que la ciencia calló por el precipicio, se fueron a deshacer tus labios ante los medidos versos de Lorca. Amaneciste platónico y anestesiado, por ese Sol que Copérnico bien te había ilustrado, pero no era tanto la luz tu sorpresa como las ansias de un nuevo día en esta tierra. A las pocas horas de tu aparición eras Magallanes en busca de nuevos descubrimientos, ávido de saber y de entender todos los surcos, todos los pliegues, todas las historias. Y así pasan los días, de tú que me buscas y yo que te encuentro, nos he

Las leyes de tu cama

Las leyes de tu cama no tienen ni orden ni concierto, las dicta el tiempo y la distancia, se acumulan en la puerta cerrada por dentro, quieren sembrar poco a poco la discrepancia. Las leyes de tu cama son claras en cuanto a tu almohada, es de ambos y nada más, se refiere a mi cabeza en tu pecho apoyada, a todos esos sueños que compartimos además. Las leyes de tu cama las escribes tú conmigo en un atardecer de colores vivos, con cada paseo de tus labios sin vértigo, sin necesidad de egos ni caracteres altivos. Las leyes de tu cama trascienden el momento, el espacio poco les aporta, y aún a sabiendas de que esto es un burdo intento, las escribimos, aunque no nos importan.

Acciones de dos

Se perdieron en aquellas palabras de fuego, en la necesidad o el intento de no hacerse ilusiones, esas que crecían por momentos en el estómago y lo llenaban todo de un color especial. Se prometieron no contar las horas. No echar cuentas a todos los minutos que faltaban para coger ese maldito avión. No pensar en que esos días iban a volar sin remedio alguno. No calibrar los tiempos de entre guerras, esas guerras de miradas y cosquillas en la cama, de las que proclamaban vencedores a ambos para concederles el más dulce de los besos. Se miraron a los ojos a través de todos los píxeles que les separaban, con un brillo especial que las pantallas no podrían llegar a reproducir jamás, pero que se avivaba con cada mensaje, con una bonita fotografía de algo sin importancia. Se concedieron el derecho de la duda, aunque sin darse cuenta habían disipado todas las dudas con unas cuantas frases a las pocas horas de conocerse. "Podemos pensar con calma, no hay prisa" se decían, pero e

Cree

Creo que puedo asimilar cada silencio de la gente, cada voz en alza sobre mí, el peso de los años. Cada adiós sin remedio, cada quimera que me regale la vida, el color desvanecido del invierno. Creo que puedo soportar cada roce sin sentimientos, cada latir que no nos dice nada, las miradas sin luces. Cada saludo sin querer, cada lágrima al borde del armario, el calor de una noche de insomnio. Creo que puedo, o debo, olvidarme un poco más, sentirme un poco menos, las cicatrices de la edad. Desabrocharme las vergüenzas, rendirme a las evidencias, el sueño que me vence.

Acabados

Se me acabaron todas las páginas del calendario y todos los segunderos de los relojes digitales. Se me acabaron las ganas de una lucha sin cuartel contra otros labios y otros nombres. Supongo que se me acabó todo lo malo de repente y sin tener que meditarlo mucho. Y es que quizás haya mil mejores, pero se me han acabado las ganas de b ú scalos.